Todo lo que necesitas saber sobre el vino Manzanilla

"Mírala cara a cara que es la primera"...con esta frase comienza una conocida sevillana y con la manzanilla, vino icónico de la Feria de Abril de Sevilla, comenzamos con la primera publicación de una serie de 10 sobre la diversidad de los Vinos de Jerez...


Sanlúcar de Barrameda, ciudad costera situada en la desembocadura del río Guadalquivir, constituye uno de los vértices del triángulo del Jerez. Sólo en las bodegas situadas en esta bella localidad es posible la crianza de estos vinos tan singulares, razón por la que la Manzanilla tiene el privilegio de ser una Denominación de Origen en sí misma.

La D.O. "Manzanilla - Sanlúcar de Barrameda" se encuentra inserta geográficamente dentro de la D.O. "Jerez-Xérès-Sherry" y comparte con ésta tanto la Zona de Producción como la tutela del mismo Consejo Regulador. Tanto la uva utilizada como los procedimientos de elaboración son los mismos del Jerez.

Sin embargo, hay un aspecto que confiere identidad propia a estos vinos...

La Manzanilla es un vino blanco y seco, procedente de mostos de la variedad palomino, obtenidos mediante presiones suaves y sometidos a fermentación completa.
El posterior encabezado a 15% vol. propicia la crianza biológica, que debe de llevarse a cabo íntegramente en bodegas situadas en Sanlúcar de Barrameda. Las especialísimas condiciones micro climáticas de esta ciudad, situada en la desembocadura del río Guadalquivir, propician el desarrollo de un velo de flor con características muy peculiares. 
Tres grandes agentes condicionan ese clima sanluqueño tan especial, junto con la propia estructura de relieve de la población, integrada por dos bancales a distinto nivel; uno en la cota del mar -el Barrio Bajo- y otro a unos metros por encima de aquél -el Barrio Alto. Dichos agentes son el río Guadalquivir, que representa el límite natural por el norte de Sanlúcar; el Océano Atlántico, donde aquél vierte sus aguas y que bordea la ciudad por el oeste; y la marisma, esa gran extensión de llanura sobre el antiguo delta que representa una ausencia total de relieve. Los tres agentes propician unas temperaturas más suaves y una humedad relativa más alta que las imperantes en el resto de la zona de producción del Marco de Jerez. El vehículo que transporta esa humedad es la brisa marina, el viento de poniente que al encontrarse con la pantalla que ofrece el Barrio Alto, se ralentiza y la transmite al casco urbano sanluqueño.
La conjunción de todas estas circunstancias hacen posible la singularidad especial del velo de flor de Sanlúcar y determina también las especiales características organolépticas de los vinos de crianza biológica que se crían en sus bodegas.

Dependiendo de lo prolongado de la crianza, las manzanillas originalmente "finas" pueden llegar a presentar ligeras notas de oxidación a medida que la flor, tras años y años de crianza, va agotándose en las criaderas ("clases", en el jerga sanluqueña) de más vejez: surge entonces ese vino tan especial, con características entre la manzanilla fina y el amontillado, denominado "manzanilla pasada". Vinos con mayor complejidad, más estructura pero con todo el carácter punzante e intenso que aporta la crianza biológica.

La crianza de estos vinos se lleva a cabo exclusivamente en bodegas de Sanlúcar de Barrameda.

➤La crianza bajo velo de flor en el especial microclima de la localidad de Sanlúcar le confieren identidad propia



Notas de Cata

Vino muy pálido, de un brillante color amarillo pajizo. 
De aroma punzante y delicado en el que destacan notas florales que recuerdan a la camomila, recuerdos almendrados y aromas de panadería. 
Al paladar es seco, fresco y delicado; con un paso de boca ligero y suave, a pesar de su final seco. Presenta una ligera acidez que produce una agradable sensación de frescor y un regusto persistente y ligeramente amargo. 

Es ideal como aperitivo y acompañamiento a todo tipo de tapas, especialmente para todo tipo de sabores que provengan del mar, como mariscos y pescados.
También combina armoniosamente con los alimentos que tengan ciertos toques salinos (embutidos, salazones), así como con platos que contengan vinagre (ensaladas, adobos, marinados, sopas frías, etc).
Se sirve muy fría, entre 6 y 8ºC en catavinos tradicional, si es grande, o bien en copa de vino blanco.

El Guadalquivir, Sevilla y la Manzanilla

"La ciudad de Sevilla es históricamente el mercado principal de la Manzanilla. La primavera hispalense representa su pico más alto de consumo anual. Este vínculo entre Sevilla y Sanlúcar se remonta siglos atrás y tiene su origen en el comercio a través del río Guadalquivir. El vino se embarcaba en Sanlúcar y se traslada­ba por el río con la ma­rea de la tarde hasta Sevilla. Hay escritos que atestiguan que en la Sevilla de finales del siglo XIX y primera mitad del XX por las madruga­das todo el casco ur­bano olía a Manzanilla..."

Textos:
http://www.manzanilla.org/
http://www.sherry.wine/es/wines/vino-generoso/manzanilla

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